Cómo organizar tu día, cómo planificar tu tiempo y cómo dar prioridad a las tareas más importantes. En esta edición de El Café del Sábado quiero darte una recomendación súper sencilla e increíblemente fácil de aplicar que te permitirá aumentar tu productividad y la eficacia de tus procesos de negocio.
Si te sientes agobiado por toda la cultura del multitasking, este breve artículo es para ti: hablemos de El Método Ivy Lee.
De adolescente era muy desorganizado. Cada pequeño proyecto que emprendía estaba impulsado no por objetivos concretos, sino por una sed insaciable de disfrutar el proceso creativo, y muy pocas veces me esforzaba en terminar lo que empezaba.
No me malinterpreten, no lamento nada de esto. Gracias a ese proceso un poco caótico es que tuve la oportunidad de adentrarme en disciplinas muy distintas y adquirir experiencia en áreas como el diseño, desarrollo, marketing, la gerencia de proyectos y posteriormente la planificación de negocios.
Conforme pasaron los años y definí mi línea de trabajo, comencé a preguntarme no solo cómo organizar mi día, sino también a cómo organizar las tareas de los proyectos y las personas que tenía a mi cargo. Hoy en día lidero un equipo de 15 personas que incluye diseñadores, copywriters, project managers, desarrolladores, administrativos y vendedores, al tiempo que coordino procesos de desarrollo e importación de productos con fabricantes en China y Corea… y además, guardo algo de tiempo para llevar este pequeño proyecto de Cafeina.Blog.
He probado una infinidad de aplicaciones, herramientas y metodologías que explican cómo organizar tu día, muchas de las cuales he ido descartando, y adoptando algunas pocas, hasta lograr construir el sistema que utilizo hoy. Si tengo que resumirlo a su mínima expresión, diría que es: hacer el proceso lo más sencillo posible, y ser disciplinado.
De esto trata el Método Ivy Lee.
Cómo organizar tu día: El Método Ivy Lee
Ivy Lee fue un consultor de relaciones públicas y productividad muy respetado a inicios del siglo pasado.
En 1918, Ivy Lee fue contactado por el magnate norteamericano Charles M. Schwab, director de una de las empresas siderúrgicas y constructora de barcos más grandes de Estados Unidos, con el objetivo de que lo ayudara a incrementar la productividad de sus procesos de producción.
“Muéstrame una manera para lograr que se hagan las cosas”, pidió Schwab.
A esto, Lee respondió que solo necesitaba entrevistar a cada uno de los ejecutivos de su empresa durante 15 minutos.
Cuando Schwab preguntó cuánto le costaría esta consultoría, Lee respondió:
“Nada. A menos que funcione. Si es así, pruebe mis recomendaciones durante 3 meses, y si considera que los resultados fueron positivos, puede enviarme un cheque por el monto que usted considere adecuado.”
Así es que Lee se reunió con cada uno de los ejecutivos, y les pidió lo siguiente.
- Al final de cada jornada de trabajo, debían anotar las 6 tareas más importantes que debían realizar al día siguiente, ordenándolas de mayor a menor prioridad.
- Era crucial que no escribieran más de 6 tareas.
- Al comenzar a trabajar al día siguiente, debían enfocarse en completar la primera tarea de la lista, y luego continuaban con la siguiente.
- Si surgía alguna interrupción, atendían la situación y luego retomaban la tarea de la lista.
- Y así cada día de trabajo.
Imagino que Schwab vio esta simple metodología con algo de suspicacia, pero decidieron darle una oportunidad.
3 meses después, Schwab estuvo tan conforme con los resultados, que envió a Lee un cheque por $25,000 dólares… que en ese momento era una suma de dinero increíblemente generosa.
Un método que se basa en la simpleza de su ejecución y en la disciplina. Perfecto.
En un mundo saturado por notificaciones, llamadas, redes sociales, y la idea de que el multitasking es la única solución posible, este enfoque es para mí la mejor alternativa.
Tratar de eliminar las distracciones y enfocarnos en completar una tarea a la vez. Lo urgente no siempre es lo importante.
Te invito a que lo pruebes durante una semana y midas sus resultados.
Construyendo buenos hábitos
Descubrí esta historia en el fabuloso libro de James Clear Hábitos Atómicos, y desde el primer día que lo puse en práctica pude notar cambios abrumadores.
No solo es un proceso que te ayudará a priorizar las tareas importantes en las que debes trabajar cada día, sino que también permitirá entender cómo organizar tu día de manera disciplinada, dando más claridad a los objetivos que podemos cumplir, en vez de abrumarnos con una lista infinita de tareas que nunca logramos completar.
Si no has leído aún Hábitos Atómicos, solo puedo decirte: léelo. Es un libro inspirador. Práctico, conciso, lleno de anécdotas y procesos que te ayudarán a diseñar hábitos saludables, incrementar tu productividad y organizar tu mente.
Te dejo acá los enlaces para comprarlo en Amazon:
Todo esto me lleva ahora a pensar, ¿qué herramientas puedo recomendar para anotar y dar seguimiento a tus tareas?
Pero este es un tópico suficientemente extenso como para platicarlo en otro Café del Sábado… y ya mi taza está vacía.
¡Espero que este breve artículo te sea de ayuda!
Cuéntame, ¿qué temas te gustaría leer en mis próximos artículos?
Créditos: diseño de icono en la portada de este artículo por Najwa Himma.